Max Brackett: Es un hombre en cierto modo honesto, porque quiere ayudar a Sam, pero también busca la manera de que el caso lo beneficie a él como periodista. Termina haciendo lo mismo que había hecho Hollander en el pasado.
Laurie Callah: Está disponible para cualquier persona que la solicite, no le es leal a una única persona. En cuanto Kevin Hollander la llamó, ella le brindó todo lo que había filmado para Max sin ningún tipo de queja. Durante el transcurso de la película ella comienza a tener los vicios del medio.
Sam Baily: Lo único que le importaba era su familia, todo lo que ocurre es consecuencia de que él quería tener un trabajo para mantenerla. Podemos deducir que tenía algún trastorno mental, ya que no cualquiera va a recuperar su trabajo con un arma y dinamita. Se podría decir que es un ejemplo de un padre desesperado, aunque no sea el mejor. Era un hombre cobarde y manipulable, pero seguro en lo que pedía.
Lou Potts: Se fija en que haya buenas noticias, en tener las primicias de todo. Le vende la noticia a la competencia, por lo que se ve el interés por el dinero.
Kevin Hollander: Se podría decir que es una persona poco honesta, que solo le importa él, ya que cuando consiguió los tapes de las filmaciones lo editó a su modo para que Sam quedara como una mala persona. Le importaba más que nada mostrar su lado de la historia, cambiar la opinión pública para que las personas estén en contra de Max. No le importa lo que vaya a pasar con las demás personas mientras que él quede bien ante el público.
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