La película trata sobre un periodista llamado Max Brackett que, cubriendo una noticia, se queda encerrado en un museo junto a la directora del mismo y los alumnos y maestra de una escuela, y quedan todos como rehenes de Sam Baily. El objetivo de Sam era recuperar su trabajo como guardia del museo.
Durante el transcurso de la película se puede ver cómo los periodistas manejan el caso para hacerlo más interesante y tener noticia, tratando de influenciar a la opinión pública a su gusto. Al final, cuando Sam decide entregarse, se termina suicidando.
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